martes, 8 de octubre de 2013

La utopía de la Paz...



El puñal sale de mis pies,

mis raíces asesinan la tierra,

y no he nacido aún...,

aún no infecto de cadáveres la celeste,

aún no atravieso la sangre
con mi vanidad de plata
la humildad de los lejanos
sueños quebrados del mañana,

no soy yo -aún así me culpan-

pero, repito, no soy yo

quien le quita la luz a la esperanza
mutando los enfoques de niños
adheridos de trampas en cenizas
que abren sus corazones en llamas
sobre la retina de la venganza...,

no soy yo, pero igual me culpan,

no soy oveja vestida de paz,
a cual guerra sacando filo
al puntiagudo grito óseo
de costillas confinadas 
a la prisión de la libertad
cual analogía del alma al cuerpo...,

ser metáfora del lobo,
afilando su herida
a la hipérbole
engendrada al feto
que aún no conoce
la verdadera misión de la paz.



Definición de amor... Lo corrosivo de enfermarse...



Hay tanto que decirte -tanto que mis células se drogan de los mismos anticuerpos-
y, 
mi
boca
está
adherida
a
tus
labios,

te besó..., ciegamente
amarrado a tus consonantes íntimas,

me tildas mi tímida secuencia latente,

me tildas sangre,

me tildas en creciente flujo sanguíneo,
[Me atropellas la estática del músculo,
manifestando la corrosión
de sentir-me derretir
bajo el amparo de tu naturaleza íntima]
-te siento corrosiva-

me tildas la sensación de amar-te,

las piedras yacen tatuadas en la calvicie del mar,

un océano para las palabras- callarte tus ecos
dentro de mi músculo que arde troya
para incendiarte el pegasso que esta brillando
en tu vuelo acotado en tus ojos de estrellas,

y nada puede apagar el brillo de tu alma,

nada ni nadie, puede inspirarte muerte
cuando el tiempo no es de nosotros,

ni la vida cual anden de un viaje que no conoce destinos,

sentirte en mi pecho, sentirte desnuda,
florecida en cenizas, sentirte muerta en vida,
sentirte viva en muerte, sentirte cenizas florecida
en mi ocaso que te llama
para hacerte fuego nocturno
en el luto que mis ojos pintan
bajo las consonantes del horizonte...,

distancia cruel!

donde te miro desnudar tus labios
de entre el vuelo de mariposas
asediadas por las cenizas 
de su magia final,

al fuego de mis besos
que alguna vez retratarán
el fénix del deseo

mis cenizas en tu piel,
y tu fuego en mis dedos,

-en la acústica-
de sentirte desnuda
cuando más dejo tatuar la sangre
en tu aliento de alma,

cuando más me deshojo en una palabra,
una voz, un segundo, un... te amo...

...y mi palabra cobra vida desde las fauces de la soledad,
a un verso parido por el verbo de enloquecer tu trama emocional

y el poema que re-edita tu sangre adherida a mi cuerpo,
como la tinta de mis entrañas, ahogadas
en la vida del músculo que siempre me invoca...

Tu corazón me llama,
mi válvula escarlata te asfixia el silencio,
mi voz hace ecos en el amor que
en un mañana dará vida al boceto
de dos imposibles
aniquilando a la vida y luego a la muerte...




Parque Forestal...



Pareciera que las personas se fumarán sus dedos
con tal sólo pedir cigarrillos a quien solamente lee un libro,
resulta un chiste psicótico sarcástico
arruinar la lectura concentrada
y quitar de los oídos la voz del poeta,
cuando aparece una mujer
diciendo: "me puedes vender unos cigarrillos"

de mi cabeza no exhalaba humo, ¡LO JURO!
tan sólo exhalaba los enfoques de una variedad de escritores
refiriéndose a cierto sujeto sensible y nobel de Literatura...

Cierta inferencia de la mujer de mi edad me causo gracia y sorpresa...,

-Yo en particular no fumo-
cosa, que, me causa desagrado el olor a cigarrillos,
por ende cambie la plaza de armas por el parque forestal...,
el olor a cigarrillos apesta en el centro de reunión de la capital
mientras que en el parque, cordón verde
se puede apreciar como muchos pulmones
intentan superar la velocidad del sonido...,

yo superaba la velocidad de la luz
al arrojar mis ojos a tales páginas sensuales que desnudaban a Neruda...,

me sentí en una tierra conocida, me sentí libre, me sentí azul,
y la mujer me causo gracia,

quizás ella adivinó que fumó e intento hacer prevalecer un síntoma comunicativo,
cosa que falló, y el vender* puede resultar el verbo de que le regalará uno,
y así fundar una propuesta de interacción entre dos desconocidos,
[No me gusta sonar a Egocéntrico]

Pero todo fue por unos HORRENDOS CIGARRILLOS,
aún así
no me gusta tatuar mi pecho de carbono,
quizás me fumé mis dedos,

pero tan sólo cuando escribo un poema, ¡LO DESGASTOOO!
o borro mis huellas digitales -me siento libre haciendo eso-

me causa gracia, me causa no sé,
no se fumen su tiempo,
fumen-se la vida
pero no acumulen químicos nocivos

hay que fumarse la paz con lo verde que aún no se extingue....