domingo, 23 de febrero de 2014

El paso del tiempo... Vida/Obra/...y muerte-









...El tocadiscos refriega su llanto sobre el carbón disecado del pasado-
-no recuerdo los fonemas de tu olor,
tan sólo recuerdo el aliento de su voz-
el silencio se nos muere en la acústica del olvido que no se destiñe
en la oscuridad del reloj sin su métrica del tiempo..., 


aquel ciclo está tan vacío con la oscuridad de la soledad,
que nos refregamos la retina hasta des-teñir-nos la mirada.

... Ayer esos ecos íntimos junto a tus lágrimas, hoy el sufrimiento
de la extremidad de mi alma refregando el dolor de...,

volver-te a conocer trasquilando la huella íntima en mi corazón
donde mi lamento se llamó amor, y hoy aunque no quiera mi alma
se llama olvido, 
desgarrar ese entrelazado de carne
hasta encontrar el cadáver de mi sufrimiento...,

el código de los alcances íntimos
crean la voz del pasado...,

el luto llueve de cuervos
la sensación de estar muerto...,

mientras más te pienso acabar
con mi desazón en un punto final...,

pensándote torpemente con el pecho en cenizas que...,
ancla el alquitrán húmedo en la herida aún abierta...,

donde dejas tu palabra enjaularse en mi verbo adjetivado
en la sintaxis sanguínea de mi suicidio literario









...
Los intervalos
se cuentan sin métrica cuando la variabilidad está tan cerca,
tan cerca de la muerte, y los hechos
-los hechos- son nada más falacias de la vida...,


en fotografías un recuerdo,
en la retina la combustión marchita de alegrías 
y escenas húmedas del luto cayendo
sobre ese techo melancólico y quebrado
donde una lágrima fugitiva escapa hacía la prisión ósea...

...





...

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