jueves, 9 de junio de 2011

Una melodia que suspiro en mi vida...








Bostezaba pequeña e decente;

en ese cuello que rumoreaba melodías;

Destellando vida en la estadía...
Cerrando sus alas;
vejez de mi alma,


¡El silencio cayo de tus palabras!


Ya no escucho tu raspaje
oda[...]
a tus dedos que bailan...


¡Te equivocas...!
me despego 
de esa nota
que subrayaste de la vida;


Y rozo con mis oídos
el canto de tus latidos...


Las ondas parpadean en mi claustro;
[Embelleciendo mi tranquilidad]

que se inspira por los golpes de alegría;
que das a la vida...

¡Y se impulsa las flores!
¡Y escucho al desierto!

como las llamas comen de mi palabra;

Y veo el antiplano dibujado de tus dedos
veo las alas de esas aves del sueño;
al oír cantos hablar en mi sentimiento...

Como las cuerdas que tejen miradas;
trepándose de la inspiración  
como sones en este humilde probador
pintado en armonía...


Y escucho "El Condor Pasa" 

Que ritmo colocas en mi cuento;
dibujas eternidad...
¡te escucharte de nuevo!

escribes la arena seca de lluvias;
y me colocas como un protagonista,
en esos ecos que se escuchan a lo lejos...

Sigilo del cielo;
Rumor de tu corazon;
Bostezo del desierto, te escucho; te veo volar entre el silencio... rumoreando el éter que salpica entre las cortinas de este corazón;
que canta detrás del sol...
 

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