Siendo... una hoja perseguida por la manilla...
Agrietando la voz perfumada;
sedada en sus ojos vendados...
donde duerme sin dormir;
aquí donde su boca
se abre...
sintiendo en su interior llover;
martillando su alma;
en la calle desnuda...
en la húmeda alba...
Allí donde sus ojos se cubren de noche...
traspasando su piel...
entre pasos que se pierden...
Allí sin saber quién es;
preguntándose el por qué...
de no entender
que es lo que no puede creer;
Allí él; con el tono de siempre;
caído; dando pasos pequeños;
cayendo; cayendo;
entre su piel erizada
entre el gélido viento;
que penetra su pecho;
Allí él con su venda;
amarrada a su cuello...
viendo pasar el tiempo,
con su mirada
sin la luz del ayer;
sin la esperanza
que lo llevo a crecer;
Allí;
Cayendo;
como muriendo de a poco;
carcomiendo su alma,
oxidando su aliento;
su respiración...
se desvanece
martillándose
en la manilla rota...
del reloj detenido en su corazón;
dejado al olvido;
donde sus ojos ya no ven;
y el latido ya no siente
el peso de la vida...
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